Palabras / Natalia Ginzburg

13:52

Si me acuerdo, seguramente es porque lo siento vinculado a la última vez que te vi. Recuerdo que el hecho de estar protestando y riñéndote me producía una gran alegría. Sabía que mi enfado provocaría dentro de ti una mezcla de alegría y de fastidios. Ahora pienso que aquel fue un día feliz. Pero por desgracia es muy raro darnos cuenta de los momentos felices cuando los estamos viviendo. Solo nos damos cuenta, generalmente, cuando ya media el tiempo. La felicidad para mi consistía en regañarte y para ti en revolverme los armarios.

Pero también hay que decir que aquel día perdimos un tiempo precioso. Habríamos podido sentarnos tranquilamente y empezar a hacernos mutuas preguntas sobre temas esenciales. seguramente abríamos sido menos felices, es más, puede que hubiéramos sido desgraciadísimos. Pero yo ahora en cambio, me podría acordar del día aquel no como un día vagamente feliz, sino como de un día  auténtico y esencial para ti y para mi, destinado a arrojar claridad sobre mi persona y la tuya, que siempre han estado intercambiando palabra de naturaleza precaria, nunca palabras claras y necesarias, sino palabras grises, apacibles, fluctuantes e inútiles.  Natalia Ginzburg / Querido Miguel

Foto: Hengki Koentjor

Además, te puede interesar...

0 comentarios

Cursos destacados